Vida cotidiana. Una palabra pesada, casi como un buey. La soporto sólo cuando la sigue la de los nómades. La vida cotidiana es un roble, y debajo del roble (en círculo) bancos, y sentado en un banco un abuelo, quien ayer ha sido nieto, y un nieto, quien mañana será abuelo. El roble de la vida cotidiana y la vida cotidiana de roble. – Sólido, sofocante, inevitable.