Tiene el pelo teñido de rubio –chamuscado–, la piel irritada, una gorra roja y blanca a juego con el delantal y con toda la imagen corporativa del establecimiento. Quizá sin el teñido, sin la gorra y el delantal, sin las marcas del estrés en la piel, es decir, quizá en otra vida, habría sido una mujer guapa, incluso muy guapa.