Isidro Ferrer

  • María 💚has quoted2 years ago
    Martina se preguntó si para defender el silencio hacía falta hablar tanto.
  • Liliana M.has quoted2 years ago
    Aqui accedió a la televisión audiodescrita mucho antes de que existiera esa posibilidad: sin complejos, con el orgullo intacto y los oídos bien abiertos, ávido de un conocimiento que, intuía, le iba a ser muy útil en el futuro.
  • Daniela Valadezhas quoted5 months ago
    Martinita. Nadie la llamaba nunca así, salvo Padre, en situaciones como esa, y a veces el pequeño Aquilino, pero irónicamente, solo para hacerla rabiar.
  • Adal Cortezhas quoted9 months ago
    A diferencia de sus hermanos, Aqui distinguía entre el tamaño de la falta y el del castigo, sabía que no tenían por qué corresponderse y que, de hecho, casi nunca se correspondían. Uno podía recibir un castigo muy grande por una falta pequeña o incluso inexistente, y también al revés: no recibir castigo alguno a pesar de haber sido malo o muy malo. Decidió que debía trabajar en esa dirección, la de la supervivencia por compensación.
    Incapaz del rencor, del deseo de venganza, Aqui se centró en caminar por una línea recta, sin perderse en el rodeo de los sentimientos innecesarios.
    Por esa razón, nadie jamás pudo doblegarlo lo más mínimo.
  • Montserrat Montes de Ocahas quoted4 months ago
    No se puede añorar lo que se desconoce
  • Georgina Arreolahas quoted2 years ago
    Aunque ¿quién pregunta a los muertos? Es el argumento más odioso de todos, el que apela a quienes ya no pueden pronunciarse.
  • Laura Nocedahas quoted3 months ago
    ¿Por qué habría de quitarle la venda de los ojos?, pensó. ¿Qué tipo de trofeo estaba persiguiendo? ¿El de la verdad? ¿El ajuste de cuentas?
  • Laura Nocedahas quoted3 months ago
    ¿Acaso su misión era restablecer un orden justo en el que cada uno recibiera solo lo que merecía? ¿Y qué merecía cada uno? ¿Lo iba a decidir ella?
  • Laura Nocedahas quoted3 months ago
    Ese hombre había estado insultándolas a sus espaldas hacía un montón de años. Tenía una doble cara llena de falsedad que su madre no conocía, que no podía ni siquiera sospechar. Y qué. Era una falsedad inofensiva. Desconcertante pero inofensiva. Quizá aquel hombre las criticaba para lucirse, tontamente, delante de su mujer y sus hijos. Quizá solo desempeñaba el grandilocuente papel que se había impuesto a sí mismo y echaba mano de lo que tenía más cerca, como un contraejemplo. Quizá no toda su amabilidad era mentira. Quizá estaba trastornado. Quizá su opinión había cambiado, quizá incluso se había arrepentido. Se dicen muchas tonterías, muchas exageraciones a lo largo de una vida
  • Laura Nocedahas quoted3 months ago
    A estas alturas, pensó, no merece la pena remover el pasado. A estas alturas, se dijo: qué expresión más extraña. Como si el tiempo se les estuviera agotando. Como si hubiese que centrarse solo en lo importante y evitar lo accesorio, lo irrelevante.

    Relevancia o irrelevancia: la diferencia, de pronto, se le presentó muy nítida. Qué hombre más irrelevante, se dijo, qué historia más pequeña en el fondo.

    A ellas no les quedaba tiempo para la irrelevancia.
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