Puede entenderse que el modo obradorista de gobernar, en su dialéctica frente al régimen de la transición, desprecie y busque erradicar a la tecnocracia, a la que incluso se percibe como un detractor de las políticas y los modos del actual gobierno. Lo que no puede entenderse es el desprecio por la técnica cuando ésta simplemente es un saber hacer necesario para lograr la consecución de éste o cualquier otro gobierno.