Placer es comerte una paleta helada en un día caluroso, sentir la suavidad de las sábanas en tu piel, la primera mordida que le das a una pizza, escuchar una canción que te eriza la piel, el olor del café en la mañana, quedarte todo el día en la cama viendo películas, comer dulces aciditos, un Clamato en un día caluroso, el olor de las plantas recién regadas, encontrar la pluma ideal para escribir. Placer es conocerte tan bien que le puedas decir a alguien más qué es lo que te gusta y que esa otra persona te enseñe también algunos lugares que no sabías que podían existir. Y, definitivamente, placer es que dos personas se miren y sepan que ahí pertenecen.