Un dia de septiembre de 1927, Nalo entro a trabajar en el palacio azul de los ingenieros belgas como aprendiz de jardinero. Las primaveras y las revoluciones llegaron al palacio antes que a ningun otro lugar e iniciaron al joven en la amistad y el amor, en la comprension y el analisis. Fulgencio Arguelles, a traves de un narrador certero que observa con tenura, nos acerca a los avatares personales e historicos de quienes vivieron y trabajaron en el palacio azul, y conforma un mundo particular que trasciende a lo universal, pues, como apunto Eugenio d'Ors, el alma popular es en todas partes la misma.