Stefan Zweig dedicó este trabajo en gran parte biográfico al fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud. Stefan Zweig logra poner la contribución científica de Freud bajo la luz adecuada y apreciarla adecuadamente, incluso teniendo en cuenta algunas debilidades. El logro real de Freud está, por lo tanto, menos en los detalles científicos que mucho más en la multitud de sus contribuciones con las que posibilitó e inspiró el pensamiento, el replanteamiento y la investigación de muchos de sus seguidores. Zweig describe la vida de Freud y la historia del surgimiento del psicoanálisis con el habitual virtuosismo lingüístico.