"Karina tiene cuarenta, dos hijos que no sabe si aún le gustan, una casa que solo le hace sentido por su jardín y un matrimonio abierto, una forma de romper la rutina, de lidiar con esa insatisfacción que nunca se apaga.
Jeff, un norteamericano que llegó a Buenos Aires en los 80, luego de años de creer que el único placer que podía pretender a su edad era el que le proporcionaba la pantalla de un cine porno, un día conoce a Alejo. Conocer a alguien obliga a recordar quienes somos. Como quien busca sacudirse una tristeza o una nostalgia ancestral, repasa su infancia en una granja del sur de los Estados Unidos, el viaje a Hollywood a los 19 con el sueño de ser actor y el giro que dio su vida cuando alguien le sugirió que tenía un "talento" especial.
Nacho, modelo y escort, luego de años en el oficio ve cerca su retiro y planea un futuro para cuando el cuerpo ya no le dé.
Pornografía, encuentros swinger, trabajo sexual, infidelidad, deseos imposibles, sueños de juventud, en un libro con ritmo cinematográfico y fina sensiblilidad que no deja nada afuera en su intento por entender por qué el mundo se empeña en volverse un lugar decepcionante.
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