En pleno horror de la “Gran Guerra”, Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) representó
con singular acierto en Los cuatro jinetes del Apocalipsis las distintas fuerzas, intereses
y mentalidades cuyo enfrentamiento llevó a la primera conflagración mundial.
Estructurada en torno a la historia de dos familias – los Desnoyers y los Hartrott – que,
aunque provenientes parcialmente de un tronco común, pertenecen cada una a uno de
los bandos en conflicto, la novela discurre ágilmente por los escenarios dantescos de
una Europa rota, sobre cuyos desolados campos de batalla, el gran vitalista que fue
Blasco, hace latir finalmente, salvaje e invencible, el deseo de vivir.