El negocio de una vida está ocurriendo frente a nuestros ojos en la Ciudad de México. Bajo el argumento de mejorar la movilidad en la última milla, poderosas trasnacionales han aterrizado en las calles de la capital con cientos de bicicletas y patinetes eléctricos, tratando de capturar un jugoso pastel que vale millones de pesos. Pero es un negocio que tiene a muchos vecinos en pie de guerra. La historia es de Víctor Hugo Michel.