Marianne Daventry haría cualquier cosa para escapar del aburrimiento de Bath y las atenciones amorosas de un cretino que no le interesa en absoluto. Así que cuando le llega una invitación de su hermana gemela, Cecily, para que se una a ella en una maravillosa casa de campo, aprovecha la oportunidad. Por fin podrá relajarse y disfrutar del campo, que tanto le gusta, mientras su hermana se las arregla para atraer las atenciones del guapo heredero de Edenbrooke. Sin embargo, Marianne acabará por descubrir que incluso los mejores planes pueden salir mal.
Philip Wyndham nunca ha envidiado a su hermano mayor por ser el heredero de Edenbrooke. Prefiere ser dueño de su destino y vivir sin las obligaciones que dicha posición impone. Sin embargo, cuando su hermano fallece de manera inesperada, su vida se pone patas arriba y su deber le obliga a dejar de lado la vida con la que siempre había soñado.