Al dolor por ver la salud de un familiar adulto mayor apagarse poco a poco sin remedio, y la preocupación de qué tanto más le castigarán las enfermedades, le sigue una angustia igual de acuciante: ¿cuánto dinero implicará brindarles cuidados a nuestros viejos? Respuesta rápida: montos catastróficos.