Si la historia de un país retrocediera hacia su fundación, si la ciudad fuera reduciéndose al tamaño del pueblo que alguna vez fue y luego fuera sólo un pastizal, ¿cómo sobreviviríamos? María Valdés Neylan atraviesa con valentía el vendaval del tiempo que se levanta en un repliegue histórico implacable. La intemperie avanza borrando gradualmente la ciudad y las costumbres civilizadas, y María va entrando poco a poco en la barbarie: pierde su trabajo de secretaria, deambula, entra en la prostitución, comete un crimen, huye y parece perderse entre las nuevas tribus precolombinas. Esta novela es una metáfora de la eterna crisis argentina potenciada hasta la destrucción total, hasta que sólo queden el desierto y una voz para contar la historia.