Desde el principio te genera un sentimiento de angustia al no saber qué pasó con Veronica y luego te lleva a otras emociones con todas las historias que se van contando subes, bajas, te emocionas, te ries, te enojas... Pasa de todo y no pasa nada a la vez, solo la vida.
La verdad me encantó. Espero y Zambra algún día haga algo donde solo los árboles sean sus personajes. Porque aquí nos muestra que lo tiene en él.
Interesante y profundo
el epílogo me dijo “chhh state”
“Pequeño libro enorme” como lo nombra Margarita Garcia Robayo
Me gustó mucho.
Me angustié, me entristecí, estuve alerta, atenta y esperando que Verónica regresara antes de que el día volviera a comenzar.