Conocida en inglés como travelling fugue, suerte de fuga viajera que incita a caminar, la dromomanía es la inclinación excesiva por trasladarse de un lugar a otro. Encandilado por la novela El paseo de Robert Walser, Esteban Feune de Colombi la convirtió en una obra de teatro a pie y desde hace años viaja por el mundo interpretando la delicia de su temperamento.
El viaje como corriente vital, el espíritu curioso y la inscripción del paseo vuelto arte son el germen de estos textos. Entre muchas de sus experiencias, el desierto mexicano en busca del peyote; la reverberación de la presencia de Borges en Islandia; la Tánger de Paul y Jenny Bowles y la de hoy, aún inasible; el té más caro del mundo y la majestuosidad de Darjeeling como nueva percepción del tiempo; los rituales clásicos del Bajo porteño; las lindas voces de las calles de La Habana; la caminata por la mítica ruta del Tokaido, clave durante el Japón feudal y olvidada en la actualidad.
En diálogo constante con caminantes legendarios como Hamish Fulton o Werner Herzog, la travesía que ofrece Creo en la historia de mis pasos por momentos es aventura y redescubrimiento, búsqueda o peregrinación. Sin proponérselo, Feune de Colombi consigue en estos textos gozosos que viajemos con él.