Un hombre muy joven, casi niño aún, intenta encontrar una salida hacia la gran ciudad gracias a su talento con la pelota. Su madre, desde Los Amores, el pueblo natal, no logra siquiera imaginar cuán caro pagará el chico su osadía.
Los protagonistas de Los Amores, un adolescente y su madre, se alternan para narrar este cuento en el que la soledad, la resignación y el deseo son el caldo de cultivo en el que crece la injusticia. Esther cocina y atiende en lo que haga falta, en un bar de ruta, en un pueblo lejano. Pero a su primogénito puede esperarle un futuro distinto. Es tan habilidoso con la pelota, que un reclutador de jugadores se lo lleva a la gran ciudad. Pita aún no sabe que los perros que le ladran en esas calles inhóspitas del conurbano, cada vez que sale a entrenarse para lograr ser fichado en un club, son el menor de los peligros que lo acechan, en esa trampa disfrazada de salida.