Es el primero que leo de María Gainza y me encantó. Creo que hay unas partes un poco lentas, y se sienten así porque no puedes parar y de pronto pierdes el hilo, pero fuera de eso me encantó. También me hizo recordar The Goldfinch, de Donna Tartt. Muy recomendado.
Aquí aplica esa frase: “estoy dispuesta a escuchar cualquier chisme incluso si no conozco a los involucrados”.
Es muy dinámico, con buen sentido del humor y cuenta cosas muy interesantes mientras la narradora siente mucho. Se me hizo muy digerible y me dieron muchas ganas de conseguir la versión impresa para subrayar mis partes favoritas.
Cabe resaltar que conecté con muchos sentires y opiniones. Me gustó empezar este 2023 así de bien y ya tengo la vista puesta en El Nervio Óptico.
Pasajera coquetona .
Una narrativa interesantísima.
"Cuando un ser querido muere, el acto reflejo es básico, e intuyo, universal: uno vuelve mentalmente a esa persona, repasa los temas de conversación, rescata el viejo léxico de guiños y chistes internos, revisita los lugares comunes. No lo hace por masoquismo, lo hace para mantenerlo vivo, «to keep the ball rolling», decía Conrad, porque un día la persona que más querés desaparece y te das cuenta de que la charla quedó trunca. En esos momentos no le reclamamos al pasado recuerdos lindos, con que sean recuerdos, alcanza y sobra"
Entretenido, reflexivo, lleno de chismecito. En algunas partes es lento pero luego vuelve a atraparte y quieres saber como terminará la búsqueda de la protagonista.