Cuando sale humo oscuro de los templos de piedra, los seguidores del culto a Dioniso se sirven vino tinto intenso, los antiguos filósofos discuten apasionadamente en el ágora ateniense y los gritos de victoria resuenan en Olimpia a lo lejos, entonces tú, querido lector, no te encuentras en ningún otro lugar que en el polifacético mundo de la antigüedad griega.
Oímos hablar mucho de la antigua Grecia; ya sea del enorme mundo de dioses que gobierna la esfera celeste, de extraños mitos que aún hoy leemos y amamos, o incluso de personalidades como la de Alejandro Magno que desencadenan en nosotros fascinación y curiosidad, todos hemos entrado al menos en contacto con la antigua Grecia de algún modo.