En el planeta futbol se erige un majestuoso museo en el que cada año se levantan nuevas salas. Un templo que atesora anécdotas, partidos memorables y jugadas increíbles. Sus más grandes héroes ostentan estatuas talladas en oro, plata y bronce. Los nombres que todos conocemos se yerguen con el fulgor de la fama eterna. A esos futbolistas que alcanzaron la inmortalidad, los conocemos bien, sus historias nos las han contado una y otra vez, de memoria las sabemos y en su momento las repetiremos a nuestros hijos.
Pero mientras ellos brillan resplandecientes, su destello imponente nos ciega impidiéndonos apreciar la belleza que hay en los futbolistas menores, esos otros jugadores de habilidades indiscutibles que transitan ese mismo espacio aunque sin la posibilidad de ser reconocidos pues el inconsciente colectivo decidió no alinearlos. Los nombres borrados de la historia, seres que aunque alcanzaron cimas pero en puntos ciegos y además sin testigos certificados para contar sus épicas hazañas. Éstos otros que no pasarán a la eternidad, los desterrados, fantasmas del futbol, kamikazes involuntarios, penales fallados, balones ponchados, son: Los olvidados del balón.
Este libro reúne las biografías de algunos de estos futbolistas extraordinarios que la memoria sepultó. Las historias de aquellos que no llegaron ser parte de la Historia. Hombres que se quedaron en la banca de la gloria y no alinearon en el juego definitivo del recuerdo. Hermanos de vestidor que forman al equipo que representa a la poética de lo efímero.
Ninguno de los biografiados tuvo la voluntad ni el deseo de ser olvidado, pero lo fue, a pesar suyo. Y aunque sus habilidades con el balón les permitieron volar hacia el sol de la eternidad, sus alas, quizá de cera, se derritieron enviándolos al abismo del olvido. Por eso resulta pertinente hablar de ellos, contar sus vidas. Es el motivo de Los olvidados del fútbol un homenaje a todas esas sombras del futbol que están condenadas a jugar partidos mágicos en los infinitos parajes del bosque del olvido.