"Ante una serie de amenazas de muerte, la familia
Ponsoby, aristócratas de estirpe, decide contratar al
detective Nick Carter.
Para resolver el caso, no tiene más que dar con la
banda de delincuentes y malhechores que se han dado
en llamar "las criaturas marinas", y encontrar a su líder,
el espeluznante Watson. Para ello recurre a la ayuda de
Tinker, su fiel compañero (un homúnculo que cabe en
su maletín). El método que utiliza Nick es simple: se
vale del juicio estético que le proporcionan los
acontecimientos.
Siempre resuelve los casos, aunque en realidad ya no
le importa.
Levrero propone una estética experimental y de
vanguardia que intenta romper los mismos límites de la
literatura al escribir en primera y tercera persona y
dirigirse al lector y al mismo Nick Carter.
Una parodia del género policial, de la novela de folletín,
incluso del género de superhéroes. Anidan además en
el texto, múltiples lecturas que llevan a una reflexión
sobre la identidad, sobre el sentido de la vida…"