EL ALMOHADÓN DE PLUMAS: Una pareja recién casada se traslada a una casa en
la que la mujer comienza a encontrarse mal, y posteriormente presentando un raro caso
de anemia, que al parecer la consume día a día. Tras varios intentos de ayudarla los
médicos desisten, y el día de su muerte una criada encuentra en el almohadón que
utilizaba la mujer, ella y Jordán, lo abren y se encuentran con un parásito de ave de gran
tamaño.
EL DESIERTO: El cuento narra la historia de un hombre viudo que vive en la selva
con sus dos hijos. Desde que enviudó se quedó él solo al cuidado de los dos hijos, por lo
que tenía que compaginar su trabajo diario en la selva con el trabajo de la casa y la
educación y atención de sus dos hijos.
Él, como hombre de la selva, iba educando a sus hijos a su manera y ellos habían
aprendido a desenvolverse en la selva sin tenerla miedo. Hasta que un día le pica una
especie de pulga minúscula que anida bajo la piel y en una pequeña bolsita depositan
sus huevos. Al principio no le da importancia, pero poco a poco va empeorando…
LOS BUQUES SUICIDANTES: Hay pocas cosas más terribles que encontrar en el
mar un buque abandonado. Si de día el peligro es menor, de noche el buque no se ve ni
hay advertencia posible: el choque se lleva a uno y otro. Estos buques abandonados,
navegan a favor de las corrientes o del viento; si tienen las velas desplegadas, recorren
así los mares, cambiando caprichosamente de rumbo. No pocos de los vapores que un
buen día no llegaron a puerto, han tropezado en su camino con uno de estos buques
silenciosos que viajan por su cuenta. Siempre hay probabilidad de hallarlos, a cada
minuto. Por ventura las corrientes suelen enredarlos en los mares de sargazo. Los
buques se detienen, por fin, aquí o allá, inmóviles para siempre en ese desierto de algas.
Así, hasta que poco a poco se van deshaciendo. Pero otros llegan cada día, ocupan su
lugar en silencio, de modo que el tranquilo y lúgubre puerto siempre está frecuent