La frase "no hay despertar de la conciencia sin dolor" no es una máxima oficial de Alcohólicos Anónimos (AA), pero sí refleja una experiencia común y un principio espiritual clave en la recuperación. A menudo, el dolor del alcoholismo (tocar fondo) es lo que cataliza el cambio necesario para iniciar el proceso de crecimiento espiritual y la sobriedad duradera.