"Mi principal objetivo cuando comencé a resumir mi cuaderno de bitácora de todos estos años era reflejar las situaciones en las que se encuentran las personas normales que tienen que vivir en ese laberinto incógnito y demoledor que es la enfermedad de Alzheimer. La confusión empieza ya con su nombre. No se trata de una enfermedad para la que existan tratamientos y esperanzas de cura, sino que es más bien un estado familiar que afecta a todos los que tienen un sentimiento de amor por el enfermo".