En "Mademoiselle Fifí", Guy de Maupassant relata la historia de un grupo de soldados prusianos ocupando un pequeño pueblo francés durante la guerra franco-prusiana. Entre ellos, el cruel "Mademoiselle Fifí" se destaca por su desprecio hacia los franceses. Cuando invitan a unas prostitutas a su banquete, una de ellas, Rachel, desafía la brutalidad y arrogancia de los soldados, defendiendo su dignidad y la de su pueblo.
Desde una perspectiva de autoayuda, la historia muestra cómo el coraje individual puede oponerse a la opresión. Rachel, una mujer socialmente marginada, encuentra su poder interior para enfrentarse a la injusticia, demostrando que la fuerza no reside en la posición social, sino en la convicción personal. El relato resalta la importancia de mantenerse firme ante la adversidad, incluso cuando las circunstancias parecen insuperables. Es un recordatorio de que cada uno de nosotros puede ejercer su valor, sin importar cuán pequeñas sean nuestras acciones frente a la opresión.