Tú, yo, ellas, ellos, todos y todas recordamos nuestras canicas. Sus colores, el sonido de un buen tiro, la frustración de perder sin remedio nuestra favorita, aquella que era matona, o la más bonita, la más deseada. Rafael Cabrera viaja al universo de las canicas y lo mismo nos lleva a la fábrica más importante del mundo que nos mete a grupos de coleccionistas que tienen miles de canica. Chiras pelas.