Se llama Alegría. Tiene diecinueve años y toda la vida por delante. Esta noche ha quedado para salir con sus compañeras de academia. Se viste frente al espejo con la camiseta extragrande que deja al descubierto su hombro, mostrando el tatuaje de su mariposa favorita. En la cocina, se despide de su madre. Viven solas en un apartamento de la periferia, el primer hogar que han logrado construir tras un pasado marcado por la violencia. Ahora, después de muchos años, por fin están en paz. Lo que ninguna de las dos sabe es que el beso con el que se despiden en la cocina es el último que van a darse.
Volviendo a casa de madrugada, Alegría se encuentra con un grupo de hombres en un callejón. Un supuesto coqueteo escala hasta la agresión. En el hospital, la madre de Alegría tan solo llega a tiempo de escuchar el sonido más terrible al que puede enfrentarse una madre: el último latido del corazón de su hija.
La muerte de Alegría sacude a un país indignado con el asesinato de otra mujer. Masivas manifestaciones piden una pena ejemplar para los Descamisados, apodo con el que la prensa ha bautizado al grupo de agresores. Pero el juicio culmina con una injusta sentencia.
Esta vez, la madre de Alegría no va a agachar la cabeza frente a la violencia. Otra vez no. Sola, planea una venganza contra los asesinos, inspirada en el fenómeno natural que tanto fascinaba a su hija: la metamorfosis de las mariposas. Para llevarla a cabo, necesitará ayuda. Y la encontrará en un grupo de desconocidos con los que mantiene un vínculo tan inesperado como asombroso.