Tres cuentos, como diferentes episodios de memoria, conforman este nuevo libro de Alejandra Costamagna. Se trata de historias marcadas por los quiebres puertas adentro de un país silenciado a la fuerza. "Había una vez un pájaro" es la reescritura que la autora realiza de su novela En voz baja, casi veinte años después de su aparición. Esta obra, acaso la primera mirada narrativa a la dictadura desde el punto de vista de los hijos, expone la revelación de dos hermanas que, a propósito de la captura y prisión del padre, entran de lleno a una adultez prematura. Otras historias acompañan este relato: "Nadie nunca se acostumbra", en el que desfilan distintas imágenes de infancia que proyectan el horror anunciado por jaurías inmediatas y remotas; y "Agujas de reloj", cuento brevísimo en que una hija ensaya distintas maneras de nombrar a sus padres.