Uno de los más conocidos e importantes de la literatura universal y una de las manifestaciones más brillantes del espíritu ruso. Esta historia no cuenta un acontecimiento extraordinario; los protagonistas llevan una vida corriente, se podría decir que incluso aburrida. El relato es un pequeño ensayo sobre cómo surge el amor entre dos personas, Anna y Gúrov, y su pasión los transforma. El sexo está muy presente en toda la narración, aunque no se muestre explícitamente. Con un final abierto, algo propio de Chéjov, esta obra revive las esperanzas y sueños de las personas.