El gato de Maia acaba de sufrir un accidente en el cual pierde una de sus patas, Maia, inconsolable espera que, como las plantas cuando se podan, su pata vuelva a crecer. Unos días después, al entrar al colegio, Maia descubre que tiene un nuevo un compañero con una discapacidad. Los dedos de Matías, como la pata de su gata no crecerán jamás, pero una deficiencia no es un problema para ser un gran compañero.