Los Otis, una sofisticada familia estadounidense, adquiere el añejo castillo inglés de los Canterville. El dueño de castillo les advierte que en el mismo habita el colérico fantasma de sir Simon de Canterville desde hace trescientos años, luego de haber asesinado a su esposa. Lejos de amedrentarse, el Sr. Otis desoye sus advertencias y se muda al castillo junto a su familia, su esposa Lucrecia, y sus hijos, Washington, Virginia, y los traviesos gemelos.
En este divertido relato, los Otis se burlan constantemente del fantasma anacrónico; éste no sólo no logra asustarlos sino que se convierte en el juguete y en la víctima de las bromas de los terribles gemelos, y en el pragmatismo de la familia en general. Así es que el fantasma de Canterville cae en depresión y enojo, hasta que finalmente, con ayuda de Virginia (quien se apena por el fantasma), logra alcanzar la paz de la muerte.
El fantasma de Canterville es la novela más conocida y celebrada de Oscar Wilde, y es una de las obras inolvidables y fundamentales de la literatura universal.
Oscar Wilde (1854 – 1900) fue un dramaturgo, poeta, ensayista y novelista irlandés. Fue exitoso desde el comienzo gracias a su fino espíritu crítico, ardiente imaginación y aguda sensibilidad, y sus textos están determinados por la ironía y por la estética por el arte, la crítica a la alta sociedad y la superficialidad que la envolvía, despreciando la moral burguesa y busca provocar al lector mediante el humor y la ironía. A pesar de gozar de un éxito admirable, los sectores conservadores siempre lo criticaron, y se acentuó cuando fue acusado y condenado a dos años de prisión por su homosexualidad, lo que originó el declive de su carrera literaria y de su vida personal. Cuando quedó en libertad se marchó a París, donde murió en noviembre de 1900, pobre y olvidado del gran público.