¡Figurar la vida literaria! Tal es el propósito y el acierto de esta novela. Surge así, bajo la pluma de Carlos Luis Torres, la figura de Alejandra Pizarnik: a la vez rostro íntimo y símbolo de una literatura escrita bajo el signo del desengaño. Pero la novela va mucho más allá. Pues no se trata aquí únicamente de revelar a la poeta desde su intimidad, sino de reconstruir la sociabilidad literaria de su tiempo: desde los círculos intelectuales y artísticos bonaerenses hasta su periplo bohemio en la capital francesa, el autor nos transporta aquí, entre realidad y ficción, a las amistades e influencias que componen la vida literaria en su conjunto. Todo esto en una prosa poética que se adapta al ritmo impuesto por el relato: evocador y nostálgico, cuando de las incertidumbres de la poeta argentina se trata; ligero y frenético, cuando relata sus encuentros y desencuentros. Más que una reconstrucción biográfica imaginaria, esta novela es una invitación a repensar la literatura como universo íntimo, intertextual y social.