A principios de la década del 80 Julio Cortázar y su pareja, Carol Dunlop, emprendieron un viaje nómade por la autopista París-Marsella (Francia) siguiendo las reglas de un juego que habían acordado entre ellos.
De esa experiencia surgió el libro Los autonautas de la cosmopista, escrito a cuatro manos y con fotografías de ambos en situaciones de la vida cotidiana. El resultado es un texto hermoso.
Hoy decidí compartirles un fragmento escrito por Julio -el Lobo- a Carol -la Osita- mientras ella aún estaba descansado a bordo de su vehículo, Fafner.
Es una oda al amor, ojalá lo disfruten.
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Sobre Cecilia Bona:
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