Lo leí hace algunos años, cuando recién salió, y ahora que lo escucho reitero que es un gran libro. Agustina Bazterrica escribió una fábula de la crueldad humana que a nadie dejará indiferente.
Es muy explícito en lo que narra
La muerte existe, pero no es igual para todos, muere lo físico, pero también lo intangible, muere el corazón, muere el ser y sentirse humano, muere la razón, el sentimiento, el raciocinio, la voz, la condescendencia; muere el amor.
Esta novela, ganadora del XX Premio Clarín de Novela (2017), refiere a un futuro distópico, la súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Lo impensable, pero perfectamente factible, sucede: El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que comen y los que son comidos. Marcos Tejo, encargado general del frigorífico Krieg uno de los mejores proveedores de carne de cabezas (si, cabezas), es el personaje sobre el que gira esta novela, un personaje común y corriente con el que bien te puedes identificar, y ojo aquí, no nos permitamos ser entes de la ética infranqueable y totalitaria, todos trabajamos por necesidad, y él no es diferente a nosotros por ello.
Nos encontramos ante una novela compleja, deja muy en claro ese sistema de castas que tanto criticamos, que se luchó por abolir y que termina regresado como una moda, a conveniencia y con tintes bastante macabros, el que más, que nos gusta; es cruda, cruel y agresiva, pero creo que por que tenemos instaurado un dogma de identificación con nuestros congéneres, eso nos sensibiliza ahorita, en el futuro quien sabe porque día a día normalizamos el asesinato, hemos perdido sensibilidad y solidaridad con el dolor ajeno. Creo que si esta novela te molesta, como a mí, estamos siendo un poco hipócritas, en palabras de la autora "No sólo la violencia de los actos como pueden ser abusos o asesinatos, sino el universo que vamos tejiendo con nuestras palabras que hieren, lastiman, desgarran, palabras que pueden matar, anular a una persona. Vivimos en ese entramado de micro y macro violencias y, en general, somos indiferentes."
La animalización de los humanos es el eje central de la historia, hay exclusión, depredación, validación y justificación, ergo, no le quita su definición: un crimen, perfectamente legal y completamente factible, por muy aterrador que suene, por que si algo sabemos hacer muy bien es mirar hacia otro lado, justificar y atender al "bienestar común", sin duda, esta novela me ha puesto de frente un complejo motivo ético que me ha desafiado a ver con otra perspectiva, hay que leerlo para desafiarnos a nosotros mismos a entender un dogma distinto, quizá "Marquitos", al final, fue más bestia que humano, y la madre de su hijo, entendió de que va la humanidad.
Qué buena historia. Bien manejada, bien contada. Te da una idea de la evolución de los acontecimientos de manera sublime. Pero el final. El final es una joya total.
Si no sos vegan, creo que te deja pensando algunas cositas, celebro.
Animalismo, canibalismo, doble moral.
Me impactó. La historia atrapa e incomoda.