Casados desde 1928, tres meses después de que él la viera una noche en París y quedara deslumbrado, Sabine y Jozef son un matrimonio privilegiado. En 1931, con el mundo bajo los efectos de la Gran Depresión, y aun presentes las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, habitan en un sueño dorado en la Costa Azul. Pero esa presunta arcadia se desvanece la tarde en que Jozef descubre a su esposa con su amante; un joven arribista, un gigoló apenas disimulado que la ha cautivado. Sabine, que vivía en una módica felicidad, es arrastrada por la pasión y parece ser capaz de dejarlo por ese nuevo amor. ¿Pero qué es dejarlo todo cuando se tiene tan poco? La fortuna es de Jozef y su amante no le responde con igual compromiso. La disyuntiva es otra: cómo vivir ahora que ha descubierto el verdadero amor, cómo encontrar sentido a la existencia cuando aquello, lo único que se quiere, es casi imposible de conservar. Con notable pericia narrativa, Susana Negro escribió una novela donde la larga sombra de la infidelidad es parte de una trama mayor de amores perdidos o tardíamente encontrados, de destinos erráticos. El de la tía y el padre de Jozef; el de Sabine con el arte, que la rescatará de su momento más aciago; el de Jozef con la mujer que se ha casado, que no es exactamente aquella que durante varios años imaginó. También el de la Europa que da marco a la trama y que a la vez la constituye: un territorio alterado por la política y por el pasado, que ya no es lo que creía ser y que intuye se enfrenta a un abismo desconocido. Lúcido y pasional, magníficamente escrito, El pájaro de fuego es un libro que sumerge al lector en un devenir de contrastes, de sentimientos arrebatados, de aquello que gobierna el corazón y que se niega a rendirse.