Dejar la milicia por un trabajo menos peligroso como guardaespaldas, era todo lo que Nathan Mason buscaba. El duro y a veces arrogante Nathan pronto se dio cuenta de que estaba involucrado en una difícil situación de la que no podría salir. Contratado por el poderoso Arthur Madison, un gigante de la industria farmacéutica, fue puesto a cargo del mayor bien de Arthur: proteger a su único hijo, Christian, el heredero de la fortuna de Madison.
Un ataque en la mansión del heredero pronto pone su vida y la de Christian en peligro. Ahora Nathan debe poner todo su entrenamiento y habilidades a prueba para salvar al heredero. Aun cuando Nathan es capaz y esta preparado, son sus emociones y el afecto que siente por el joven lo que seguramente lo aniquilarán.
Debe poner de lado estos sentimientos, si quiere salvar a Christian, que es quien ha robado su corazón.