«Para mí Barba se ha vuelto un escritor imprescindible» Rafael Chirbes.
¿Qué tiene que suceder para que nos veamos obligados a redefinir nuestra idea de la infancia? La aparición de treinta y dos niños violentos de procedencia desconocida trastoca por completo la vida de San Cristóbal, una pequeña ciudad tropical encajonada entre la selva y el río. Veinte años después, uno de sus protagonistas redacta esta República luminosa, una crónica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre cómo la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilización durante aquel año y medio en que, hasta su muerte, los niños tomaron la ciudad.
Tensa y angustiosa, con la nitidez del Conrad de El corazón de las tinieblas, Barba suma aquí, a su habitual audacia narrativa y su talento para las situaciones ambiguas, la dimensión de una fábula metafísica y oscura que tiene el aliento de los grandes relatos.
«Hacía tiempo que un escritor no me impresionaba tanto, no ya por la lección moral que encierran los textos sino por su capacidad para tocar el corazón de la experiencia» (José María Pozuelo Yvancos, ABC Cultural).
«Un nuevo grande de España, eso es todo» (Lire).
«Barba es capaz de reproducir los pensamientos infantiles con una exactitud tan inquietante que casi roza lo siniestro» (Sarah Perry, The Guardian).
«Barba es el antídoto más eficaz contra nuestra reverencia social ante el mito de la inocencia y la pureza infantiles» (Lucy Scholes, Financial Times).
«Una rara inteligencia metafísica a la vez precisa y extravagante, suavizada por una refinada ternura humana» (Eileen Battersby, The Irish Times).
«De cuando en cuando aparece un escritor que no se limita a registrar las cosas sino que crea una nueva realidad capaz de arrojar luz sobre nuestros sentimientos más oscuros. Kafka lo hizo. Bruno Schultz lo hizo. Y ahora también Andrés Barba» (Edmund White).