Julia es periodista, hábil con la pluma y las palabras, pero algo desastre en las cuestiones del amor. Se vuelve tan ciega, que tiende a tomar malas decisiones. Por ejemplo: caer rendida ante Fran, el más atractivo y prepotente de sus colegas, fue una pésima idea. Liarse con Carlos no estuvo tan mal, teniendo en cuenta que con él volvió a sentirse sexi y atractiva. Y enamorarse de Lucas, ese loco emprendedor que la persiguió hasta seducirla, fue lo mejor que le ha pasado en toda su vida. Sin embargo, todo se fastidió cuando, llegado el momento de la verdad, tomó la decisión de dejarlo marchar. Y ahora que ha regresado ¿cómo puede mirarle a los ojos sin arrepentirse una y mil veces?