Vaughn Harding es mi nuevo jefe. Tiene negocios familiares en Vancouver, pero también es el propietario de este rancho, en el que cada vez pasa más tiempo.
Disfruto de nuestros combates verbales, pero hace tiempo me autoimpuse alejarme de este tipo de hombres. Estar cerca de Vaughn puede ser un suicidio en mi trayectoria profesional como entrenadora de caballos de carreras. Soy la nueva responsable del rancho y de un caballo con problemas que he prometido convertir en todo un ganador.
Tengo muchos planes, y no voy a permitir que un hombre me distraiga. Por mucha electricidad que haya cuando nos miramos o por mucho que mi cuerpo entre en combustión cuando nos rozamos. Vaughn es un vívido recuerdo de cada tío que he tenido alrededor mientras crecía: guapo, rico y privilegiado.
Pero hay cierta tristeza en él a la que me es imposible dar la espalda. Un lado sensible bajo ese cuerpo perfecto. Burlarme de él a ratos es una cosa, ¿pero entregarle mi corazón?
Debería haberlo pensado antes…
Mantener una relación profesional con mis empleados nunca ha sido un problema. Hasta que Billie Black se presenta en mi propiedad.
Billie tiene talento, no sabe mantenerse callada, y es jodidamente tentadora. No podemos dejar de retarnos desde el momento en que nos conocemos. Y aquí es difícil mantener las distancias. Y todavía es más difícil evitar que esa fricción se convierta en fuego.
Billie lo tiene todo, es una mujer inteligente con un cuerpo con el que fantaseo a todas horas, y posiblemente la única mujer que puede salvar mi negocio…, y a mí.
Me vuelve loco en todos los sentidos de la palabra. Deseo sus labios, su confianza, su alma…
Lo quiero todo.
Pero ¿cuál será el precio que tenga que pagar por ello?
Porque, de repente, no solo quiero que mis caballos ganen carreras, también quiero conquistar a esa chica.