Fernanda pasa la tarde del jueves con su abuela, entre los aromas y colores de comida deliciosa, y los cantos de Carlota, Jolgorio y Ronquillo, los tres canarios. Sólo que esa tarde se volvió distinta cuando, al acercarse al cuadro que hay en la sala, Fernanda percibió una ligera brisa con olor a hierba… y así comenzó su aventura.