Mesoamérica era una extensa área cultural que abarco un periodo de más de cuatro milenios, en el que mientras algunas civilizaciones alcanzaban su esplendor, otras llegaron a su más profunda decadencia. Los pueblos mesoamericanos creían que antes de ellos habían existido cuatro eras o soles. Para ellos el quinto y último sol, en el que vivían, había comenzado en Teotihuacán. La evolución de estos pueblos inicia con el desarrollo de la agricultura, la urbanización de las ciudades, además de la invención de varios sistemas de escritura y de complejos calendarios. Los teotihuacanos, toltecas y tarascos ocuparon el centro del valle de México, el estado de Hidalgo y Michoacán, y dejaron una herencia artística que hoy en día es considerada patrimonio de la humanidad.