Boxeadores que hace décadas llevaron la emoción de los cuadriláteros a generaciones de latinoamericanos. La lucha que libra la etnia wayúu contra los civilizados, cuyas intrusiones minan la cultura y las costumbres de la etnia. Un equipo de futbol conformado por travestis, dedicado a recaudar fondos para ayudar a homosexuales con problemas de adicción. La curiosa historia de un hombre que fue boxeador y paramilitar, que asegura poseer superpoderes y ser un protegido de los espíritus. El pueblo de El Salado, perdido en la accidentada geografía colombiana y que guarda memoria de una cruel masacre. Estas historias pintan de cuerpo entero a Colombia, un país festivo y bullanguero, una nación que ha sido herida por la violencia y ha vivido para contarlo. Paramilitares, sobrevivientes, víctimas, luchadores, artistas. Las voces de quienes forjan la vida de su país se suman para acercarnos a su historia y su presente, para invitarnos a la reflexión a través de la crudeza y la maravilla de la vida diaria. Las crónicas de este libro, escritas lejos de los escritorios y las salas de redacción, nos ofrecen testimonios directos; son la prueba de que el periodista se adentró en su tema, se contagió de él para sentirlo de veras y ganarse el derecho a narrarlo. En cada página, podemos imaginar al autor atravesando la selva, viajando al sitio donde sucedió todo, rastreando el origen de lo que cuenta; así, su escritura nos comunica ese sabor legítimo y honesto de los cuentos que la realidad nos ofrece.