«El mundo es esta casa», dice Clara. La llave de la puerta está echada; las ventanas, cubiertas con mantas. Dentro, Clara vive atrincherada con su padre, su hija y un canario enjaulado. Presa de su pasado y de sus miedos, atrapada en un delirio emocional, está convencida de que el mundo exterior es la feroz amenaza de la que debe proteger a su familia. La extenuante batalla que emprende contra él será la confrontación con su propio abismo interior.