Sofía ya es consciente de sus poderes, por lo que comienza a integrarlos en su vida cotidiana de forma natural al tiempo que decide junto con Iris proteger al portador de la llave de los demonios, sin advertir al resto del grupo. Sin embargo, durante un entrenamiento, la joven sufre un colapso y descubre la existencia de los sellos, esos con los que sus padres biológicos amarraron sus poderes y que están a punto de romperse, lo que podría llevarla a un estado catatónico irreversible.
Entretanto, Oriol sospecha que la casa donde oculta a la familia de la bruja está comprometida y se dispone a huir, mientras que Hugo, tras descubrir el paradero del padre biológico de Sofía, trata de convencerlo para que se una a la lucha.
Janus ha conseguido con sus ideas que los tres gremios se fracturen, y ahora se propone de una vez por todas abrir las puertas del Cielo. Para ello necesitará derramar la sangre de alguien que nadie imagina, alguien que nunca quiso ser el protagonista de la historia.
Una guerra se avecina. Y no una cualquiera. Por primera vez en muchos siglos, hermanos lucharán contra hermanos, sin importar la impronta mágica que corre por sus venas.