Marilyn Monroe era una actriz en ascenso que murió joven. Y fue el símbolo de la sensualidad para buena parte del mundo, pasando la mitad del siglo XX.
Había saltado a la fama por su carisma y sus expresiones fotogénicas. Sin embargo, el sueño de Marilyn era consagrarse en la actuación. Participó en varias películas y dedicó mucho esfuerzo a perfeccionarse.
Se le recuerdan varios romances icónicos: con el beisbolista Joe DiMaggio, con el escritor Arthur Miller y sobre todo con el presidente estadounidense John F. Kennedy.
Las extrañas circunstancias de su muerte, producto de una sobredosis de barbitúricos, dieron pie a muchas teorías sobre lo que pudo haber sucedido.
En Marilyn convivían la apariencia de una gran alegría de vivir y varias tristezas profundas. Tal vez por eso todavía nos intriga tanto la mujer que redefinió el "sex appeal".