Nunca en mi vida había tenido que vivir una crisis como la de este año 2020, creo que no hay antecedentes de algo similar que le haya pasado a la humanidad. Igualmente, nunca había sentido la muerte tan cerca de mí y de mis seres queridos, y estoy seguro que lo mismo les paso a miles de millones de humanos en el planeta. Empezaron noticias muy alarmantes, la gente se moría en las calles, los hospitales no estaban preparados, muchas personas, y me incluyo, pensamos que era un tema ajeno a nosotros, que era algo que estaba pasando al otro lado del mundo, sin tener la más mínima sospecha de lo que iba a suceder más adelante, todo cambió en cuestión de semanas. Se paralizó el mundo, cundió el pánico, las noticias empezaron a ser muy alarmantes, circulaban videos de hospitales llenos de cadáveres, en las calles había muertos, mucho miedo, terror, ansiedad, duda, enojo, muchas empresas quedaron sin actividad, muchos negocios quebraron, se perdieron empleos, la economía se paralizó y me pregunto a mí mismo lo siguiente: ¿Qué llevó a la humanidad a esta crisis? En esta vida y en el universo, no hay casualidades, mucho se habló que se perdieron los valores humanos, que la humanidad, se dejaba llevar solo por el día a día, no había tiempo de nada, nos olvidamos de vivir, era solo correr tras las cosas mundanas, la comunicación entre esposos, hijos, padres, vecinos, se perdió, muchos no teníamos tiempo para convivir con la familia, esto trajo mucha ansiedad, depresión y estrés. Esta pandemia nos obligó a quedarnos en casa y pudimos aprovechar para retomar la armonía de la familia, retomar los valores perdidos. Muchos han muerto en medio de esta crisis, y se fueron de momento, sin saber para que vivieron en este mundo, sin saber que era temporal su estancia en este planeta, muchos a pesar de que han visto de cerca la muerte en todo el planeta, siguen sin saber para que siguen vivos, o al menos saber que hay después de esta vida.