«Apartamento en West Side. Dos habitaciones. Baños independientes. Salón comedor. Compañero de piso inteligente y muy sexy. Todo ventajas».
Cuando subí este anuncio en varias webs buscando a alguien que supliera la ausencia de Helena, mi anterior compañera de piso, no pensé que fuera tan difícil. Llevo haciendo entrevistas varias semanas y, a pesar de que hay candidatos que, a priori, parecen tener todo eso que debería convencerme para decir «¡sí!», siempre encuentro algún «pero»: no sonríe, sonríe demasiado, es un tío, friki, tiene caspa, huele a choto, quiso follarme nada más entrar… ¡Lo típico!
Por lo que, cuando abro la puerta por... ¿quinta?, ¿sexta?, ¿enésima? vez, no estoy preparado para encontrarme con una chica que, nada más verla, me deja sin aliento.
Así, sin más, entra ella en mi vida. Ella, con su actitud y su forma de ver la vida que tanto dista de la mía. Ella y su brillo. Yo y mis tres reglas de oro. Ella y su empatía. Yo y mis reticencias. Ella, todo ternura. Yo, todo locura. Ella, la mujer más sexy que he conocido jamás. Yo, ¡buah! No hay más que verme.
¡Sexy, provocativo y muy divertido! Si te gustó “Los cabrones también se enamoran”, te va a encantar esta novela.