Agustina de Villeblanche plantea el tema de la homosexualidad de una forma natural, atrevida y espontánea. El filósofo y autor francés nos muestra a través de la joven, bella y rica Agustina, una moral realmente comprometida en la Francia de finales del siglo XVIII; sin embargo, el ingenio del marqués consigue conquistarnos con un relato que rebosa simpatía, amor por la vida y sus pequeños placeres.