Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue.
Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.
El lector encontrará en estas páginas casas cuyo interior muta; pasadizos que esconden monstruos inimaginables; rituales con fieros y extáticos sacrificios humanos; andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta, donde la madre de Gaspar conoció a un joven cantante de aire andrógino llamado David; párpados humanos convertidos en fetiches; enigmáticas liturgias sexuales; la relación entre padres e hijos, con la carga de una herencia atroz; y, de fondo, la represión de la dictadura militar, los desaparecidos y, más adelante, la incierta llegada de la democracia, los primeros brotes del sida en Buenos Aires... El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora y deslumbrante, que consagra a Mariana Enriquez como una escritora fundamental de las letras latinoamericanas del siglo XXI.
«Mariana Enriquez es una escritora fascinante que exige ser leída. Como a Bolaño, le interesan las cuestiones de la vida y la muerte; su ficción nos impacta con la fuerza de un tren de mercancías» (Dave Eggers).
«Una narradora oscura, minuciosa, terrible y cautivadora» (Javier Calvo).
«Leer a Enriquez es una experiencia dura, emocionante. Sus historias no son tranquilizantes. Es una maestra de lo macabro que no apela a emociones baratas, sino que cada pequeño detalle de oscuridad está allí por una razón y cada una de sus historias contiene una carga política» (Anne Meadows, Granta).
«Mariana Enriquez muestra todo y lo muestra con morbo. Ilumina con luz intermitente de velas las zonas más oscuras de la literatura argentina» (Violeta Gorodischer, La Nación).
En 2020, Nuestra parte de noche, recibió el Premio de la Crítica 2019 en la categoría de Narrativa.