This audiobook is narrated by an AI Voice. La Princesa, durante la tertulia, no me habló ni me miró una sola vez. Yo, temiendo que aquel desdén fuese advertido, decidí retirarme. Con la sonrisa en los labios llegué hasta donde la noble señora hablaba suspirando. Cogí audazmente su mano, y la besé, haciéndole sentir la presión decidida y fuerte de mis labios. Vi palidecer intensamente sus mejillas y brillar el odio en sus ojos, sin embargo, supe inclinarme con galante rendimiento y solicitar su venia para retirarme. Ella repuso fríamente:
-Eres dueño de hacer tu voluntad.