Lola es una madre de tendencias progresistas, divorciada y con dos hijos, que asiste a la deriva del menor de ellos, Lorenzo, hacia las oscuridades de un grupo neonazi. Rosario Izquierdo sigue en esta novela la huella de la actualidad más incómoda y abunda en la maternidad temprana y el antiguo estigma de ser zurdo. «Cuando observaba a Lorenzo usar con libertad la cera y los rotus de colores con la mano izquierda, algo se activaba dentro que me procuraba un alivio inexplicable, como si el gesto natural del niño estuviera recomponiendo fracturas interiores que me habían dividido tiempo atrás.» En el intento por recuperar a su hijo, Lola se relacionará con Maru, madre de diferente clase social que vive una situación similar a la suya. De fondo cobran peso el juego de espejos entre mujeres, las periferias de las ciudades o el potencial de las redes de apoyo ante las carencias vividas por quienes han sido madres muy jóvenes, temas de especial interés para la autora, a los que se aproximó desde otro ángulo en su anterior novela, "Diario de campo".
«La escritura de Rosario Izquierdo roza la perfección y pone seda donde los sentimientos se hacen agrios» (Babelia).
En "El hijo zurdo" Rosario Izquierdo alterna tres voces narrativas para alcanzar un emotivo e impactante retrato humano.